Lisboa, comentario

La historia de Lisboa.

No es necesario mirar si se presta atención al sonido que se percibe alrededor.

Hay veces que no puedo dormir, que me distraigo fácilmente o me incomodo y molesto al escuchar un ruido, pero esto ha cambiado un poco desde que vi en la clase de video la historia de Lisboa de Wim Wenders, desde que inicio la película comencé a notar un gusto en mí, al observar los enfoques que utilizaban para grabar la película, no dejo de pensar que se grabo en el año de 1994 año en el que yo apenas nacía. (Es increíble ver todo lo que producían y con qué pasión)

Esta película además de cambiar constantemente de enfoques, utiliza como medio de narración el sonido. Cosa que aún seguimos explorando y que me gustaría explorar.

Sinceramente la historia de este filme es lo que ha llamado mi atención, es como ver una película, dentro de otra: Philip Winter acude  a casa de su amigo Friedrich en Lisboa, para trabajar juntos en la grabación de una película que el director Friedrich había dejado inconclusa. Cuando llega Winter a Lisboa Friedrich no se encuentra, por lo que Winter comienza a grabar el audio y nos deja ver más allá de la cotidianidad.

Me refiero a que difícilmente prestamos atención al sonido solo por ver, por mirar, por saber que pasa con los ojos, cuando muchas veces nuestros oídos pueden prevenirnos de un accidente.

Supongo que nos encontramos en una era de muchísima contaminación, audiovisual. Es tanto que olvidamos los detalles, sonidos naturales e imágenes que podríamos ver mas allá de la tecnología.

Gracias a Winter y su fascinación por grabar detalles de su alrededor, hoy miro a través de los oídos. Y percibo mi realidad de una manera distinta. Me quede con ganas de seguir viendo enfoques y escuchando sonidos de esta bella película, sin duda se ha vuelto de mis favoritas.